MES
DE SEPTIEMBRE
8 LUNES.
LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA
VIRGEN MARÍA, Fiesta.
Himno
Niña
de Dios, por nuestro bien nacida;
tierna,
pero, tan fuerte, que la frente,
en
soberbia maldad endurecida,
quebrantaste
de la infernal serpiente;
brinco
de Dios, de nuestra muerte vida,
pues
tú fuiste el medio conveniente
que
redujo a pacífica concordia
de
Dios y el hombre la mortal discordia.
Crece,
hermosa planta, y da el fruto
presto
en sazón, por quien el alma espera
cambiar
en ropa rozagante el luto
que
la gran culpa le vistió primera.
De
aquel inmenso y general tributo,
la
paga conveniente y verdadera
en
ti se ha de fraguar: crece, Señora,
que
eres universal remediadora.
Liturgia de las Horas
26 Viernes
Beato Gaspar Stanggsinger, presbítero1899 FIESTA.
LOS
PADRES DE GASPAR STANGGASSINGER
“Desde
la infancia ella me supo conducir a Dios”
El
cabeza de familia se llamaba Gaspar Stanggassinger. Era un labrador acomodado y
propietario de una cantera. Hombre hábil y enérgico. Durante muchos años,
desempeñó cargos públicos a nivel local. A la vez, hombre de profundas
convicciones religiosas.
Crescencia
Hamberger, era una muy buena esposa y muy buena madre; de espíritu alegre y
profunda piedad, gran creyente y educadora cristiana de sus 16 hijos. De ella
dirá más tarde nuestro Gaspar: “Desde la infancia ella me supo conducir a
Dios”.
Nace
Gaspar el 12 de enero de 1871, en Berchtesgaden, conocida aldea alemana,
situada en el extremo Sur-Este de la Nación y, por ello, perteneciente a la
región de Baviera. Ocupa el segundo lugar en una numerosísima familia de 16
hermanos. Es el mayor de los varones. Lo bautizan el mismo día de su
nacimiento. Dice, con gracejo a este respecto, su biógrafo: “En aquel pueblo,
no querían que un pagano pasara la noche entre ellos”; y menos en el seno de
aquella familia que era, de verdad, ejemplar en lo humano y en lo cristiano.
El
pequeño Gaspar comienza la escuela a los 6 años. Era un niño agradable, como
cualquier otro, pero en él comenzaba ya a despuntar un tesón y una
responsabilidad poco comunes en tan tierna edad. De un talento normal, aunque,
unos años más adelante, encontrará dificultades para el estudio. Los vencerá
merced a su fuerte voluntad.
Desde
muy pequeño siente el deseo de ser sacerdote; lo mantiene siempre hasta llegar
a alcanzarlo. Ya antes de los 9 años venía sintiendo y manifestando tal deseo,
pero a esta edad nos encontramos con un hecho que a muchos les puede
sorprender. Es éste: en su diario nos contará que algo muy especial le pasó
mientras ayudaba a misa el 21 de noviembre de 1880 (9 años), y escribe así:
“Vocación sacerdotal. Dios quiere que yo sea sacerdote”.
29
LUNES
SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL, Fiesta
El
nombre de «ángel» designa la función, no el ser
San
Gregorio Magno, papa
Hay
que saber que el nombre de «ángel» designa la función, no el ser del que lo
lleva. En efecto, aquellos santos espíritus de la patria celestial son siempre
espíritus, pero no siempre pueden ser llamados ángeles, ya que solamente lo son
cuando ejercen su oficio de mensajeros. Los que transmiten mensajes de menor
importancia se llaman ángeles, los que anuncian cosas de gran trascendencia se
llaman arcángeles.
Por
esto, a la Virgen María no le fue enviado un ángel cualquiera, sino el arcángel
Gabriel, ya que un mensaje de tal trascendencia requería que fuese transmitido
por un ángel de la máxima categoría.
Por
la misma razón, se les atribuyen también nombres personales, que designan cuál
es su actuación propia. Porque en aquella ciudad santa, allí donde la visión
del Dios omnipotente da un conocimiento perfecto de todo, no son necesarios
estos nombres propios para conocer a las personas, pero sí lo son para
nosotros, ya que a través de estos nombres conocemos cuál es la misión
específica para la cual nos son enviados. Y, así, Miguel significa: «¿Quién
como Dios?», Gabriel significa: «Fortaleza de Dios» y Rafael significa:
«Medicina de Dios».
Liturgia de las Horas