Agosto es el verano en plenitud,
todas las flores se abren pudorosas;
plenitud y belleza de la vida.
La puerta es San Alfonso, día primero,
doctor mariano, santo enamorado
de la Reina del cielo y de la tierra,
Madre de Dios, mujer privilegiada,
Madre de Cristo y Madre de los hombres.
Alfonso pluma en mano se extasía
y quiere describirnos esas flores,
este jardín colmado de belleza:
la humildad que proclama ser esclava,
la que es en realidad la soberana;
su plenitud de gracia que se aumenta
todos los días y horas de la vida;
su pureza de nardo y de azucena,
su caridad amor cuasi infinito.
Todas las flores con nombre de virtudes,
el libro está en sus manos todo escrito,
y su nombre las Glorias de María.
Doctor mariano, hijo enamorado
de la Madre de Dios y de los hombres,
jardín de bellas flores celestiales,
pero también humanas, sin mancilla.
Ese es agosto para enamorarse
de la más bella de las creaturas.